lunes, 31 de agosto de 2009

El futuro llegó… ¡hace rato!

Editorial

Comenzamos un nuevo cuatrimestre en nuestra facultad y decenas de sucesos vienen conmoviendo al mundo y a nuestro país. La crisis económica mundial se profundiza con millones de despedidos y familias que pierden sus vivien­das, se recrudecen los ritmos de explotación y los servicios públicos de salud y educación es lo primero que recortan los Estados para salvar a bancos y empresas capitalistas. El golpe cívico - militar en Honduras nos recuerda las peores épocas de nuestro país. El imperialismo yanqui, junto a los empresarios, la iglesia y los sectores más de derecha de la región demues­tran estar dispuestos a sostener sus cadenas de opresión sobre América Latina con fascistas en el gobierno y nuevas bases militares en territorio colombiano para, desde ahí, controlar y amenazar el resto del continente. Y lamentablemente las salidas por arriba que propusieron los “nuevos” líderes lati­noamericanos, queriendo oponer discursos pero negándose a convocar a la movilización de las masas, se han demostrado impotentes. Frente a esta situación, la heroica resistencia del pueblo hondureño, que ha encontrado al movimiento de mu­jeres, los maestros y la juventud en la primera fila, junto con la más amplia solidaridad y apoyo activo, muestra cuál es la salida para derrotar a los golpistas. Pero el imperialismo también está en suelo argentino. Re­cientemente, cuando las obreras de la alimentación se pusieron de pie frente a la desidia patronal y exigieron, junto a sus com­pañeros, licencias para las trabajadoras embarazadas y madres y medidas mínimas frente a la gripe A, el ataque no se hizo es­perar. La patronal imperialista Kraft-Terrabusi, que despidió a 160 trabajadores/as de su planta en Pacheco, demostró que los empresarios están muy tensionados en acabar con la organiza­ción que viene desde abajo para resistir los ataques.

En Europa, después de la apatía de las últimas décadas, los jóvenes de países como Grecia, España y Francia salieron a las calles contra los planes privatizadores de la educación, contra la flexibilización del trabajo y contra los ataques de las fuerzas represivas, generando un contagio social inmenso y arrastrando con ellos a los trabajadores. Cientos de fábricas alrededor del mundo comienza a tomarse en repudio a los cie­rres y despidos. En la Universidad de San Pablo, enfrentando la represión y militarización del campus, docentes, estudian­tes y trabajadores no docentes lograron, después de 57 días de lucha, la defensa de los puestos de más de 5.000 trabajadores y trabajadoras precarizados y le pararon la mano al antidemo­crático gobierno de la universidad. En nuestro país, los obre­ros y obreras de Zanon demostraron que -después de 8 años de organización desde las bases, tomas y movilizaciones - la expropiación de la fábrica es un gran triunfo, y un primer paso para demostrar que es posible dar otra salida a las crisis, desde abajo, de la mano de los trabajadores y el pueblo.

Mientras los oficialistas K y la oposición patronal se ponen de acuerdo para descargar la crisis sobre nuestras espaldas, mi­les de personas se vieron afectadas por el contagio de la Gripe A que dejó centenares de muertos, demostrando que la salud del pueblo no importa más que para la propaganda. A su vez, todos acordaron votar la baja de edad de imputabilidad (que ya tiene media sanción en el Senado) para reprimir aún más a los jóvenes pobres pero silencian que Luciano Arruga permanece desaparecido, sumándose a los más de 1.000 jóvenes muertos por gatillo fácil en la era K y a las más de 600 mujeres y niñas desaparecidas por las redes de trata para la explotación sexual. En la Capital Federal Macri avanza en los ataques a la Salud Mental y lanza la nueva policía metropolitana para reprimir la protesta social y fortalecer su propia fuerza represiva, in­augurada ya con los patoteros de la UCEP destinados a des­alojar brutalmente a las familias que ocupan viviendas o nos les queda otra que vivir en la calle. Una ¿nueva? oposición al macrismo ha surgido en las últimas elecciones con el cineasta Pino Solanas a la cabeza, pero que tiene una larga trayectoria en política signada por la confianza en distintas variantes que tarde o temprano traicionaron las expectativas del pueblo tra­bajador, y a pesar de esto, parece que sigue creyendo que desde el parlamento pueden resolverse las cosas, pues no se lo ha vis­to en ninguna marcha contra la UCEP ni por la aparición con vida de Luciano Arruga ni tampoco a convocando a ninguna acción contra el Golpe en Honduras.

Ante los golpes de la crisis, que serán cada vez más fuer­tes, nos quedan dos opciones. O seguimos naturalizando una realidad miserable, creyéndonos que es estática y no pue­de modificarse, convirtiéndonos en una rueda más de esta maquinaria y dejando que otros lo resuelvan por nosotros, o comenzamos a romper los mandatos de docilidad y escepti­cismo que nos hicieron comer durante años, hacemos volar por los aires los valores del “sálvese quien pueda” y el “no te metás” y ponemos en pie de lucha la fuerza social que somos, como jóvenes y estudiantes, junto a los trabajadores y trabajadoras, para escribir un nuevo capítulo de la histo­ria. El capitalismo está crujiendo y demuestra cada vez más claramente que son ellos o nosotros porque no le vamos a entregar nuestro futuro y nuestros sueños. Construir una ju­ventud anticapitalista que se proponga librar cada batalla en los barrios, en las escuelas y universidades, en las fábricas y empresas, independiente de cualquier variante patronal, de la Iglesia y de las instituciones del Estado y con una perspectiva decidida y radical, en vías de una transformación revolucio­naria de esta sociedad es la propuesta. Son grandes nuestros objetivos… dependen de vos también.

¿Por casa cómo andamos?

Transitamos un año con bastante revoloteo entre las camarillas del régimen que vienen compitiendo a ver quien es el mejor postor para implementar las políticas de ajuste sobre la educación. El reciente circo electoral de profesores (donde sólo 168 profesores determinaron la composición mayoritaria del Consejo Directivo) dio como ganadora a la lista de Convergencia Académica (la única presentada) de composición radical y que es la misma que está atornillada en el sillón desde el primer mandato de Slapak. A ninguno de estos profesores les tensiona poner la universidad al servicio de las grandes problemáticas que genera la crisis económica y el capi­talismo a las masas populares y el pueblo trabajador. Ya desde inicios de año venimos sufriendo el recorte de los cursos de verano, el cierre de comisiones y los ataques a la formación, que continúan la línea de elitización que viene sufriendo nuestra carrera.

Mientras siga en pie este burocrático y reaccionario Consejo Directivo, la función social de la universidad quedará siempre subordinada a los intereses del merca­do, porque estos sectores tienen un acuerdo estratégico en qué debe ofrecer la educación superior: psicólogos/ as laborales que administren el “personal” de las empre­sas y fábricas, de manera tal que se achiquen los gastos y no se generen conflictos, o psicólogos con grandes an­teojera clínicas que eviten mostrar a sus pacientes que el problema está en la realidad y no en los recónditos pasajes del inconciente ancestral. En los últimos años, donde incluso la izquierda accedió a cargos en el claus­tro estudiantil y de graduados, se ha demostrado que la única forma de democratizar la universidad, y que no sigan siendo las camarillas las que decidan nuestro destino, es luchando de manera contundente para con­quistar un cogobierno con mayoría estudiantil, claustro único docente y voz y voto para los no docentes. Será la única forma de poder poner en pie una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.

Así no va

Para frenar la avanzada privatista de los radicales y transformar la universidad, se demuestra más que nece­sario revolucionar nuestras organizaciones, para poner en pie un Centro de Estudiantes que se proponga la orga­nización desde los cursos, con verdadera participación y debate estudiantil. Una fuerza de izquierda como el EPA! (PO+Brote) no puede limitarse a brindar servicios de bares y apuntes, tal como viene siendo en los últimos años. Consideramos estos 8 años de conducción, no ha tenido política para llenar de vida el Centro de Estudian­tes de Psicología y poner en pie un movimiento estu­diantil combativo, cubriendo este “bache” con comisio­nes como “Iniciación de violín”, talleres de “Expresión corporal” o cursos de “Psicología cognitiva”.

Para no volver al pasado, en el que la Franja Mora­da logró convertir los Centros estudiantiles en verda­deras empresas de servicios permitiendo que la Ley de Educación Superior menemista arrasara con nuestra formación, el Centro tiene hoy un deber primordial: ayudar a politizar nuestras prácticas, favorecer la par­ticipación y organización de los estudiantes y aportar a romper con la “universidad – isla”, para poner en pie un movimiento estudiantil que pueda defender la edu­cación pública y aliarse a los trabajadores y el pueblo en sus luchas. Llamamos a los/as compañeros/as del EPA! y a todas las fuerzas de izquierda que compartan estos objetivos a poner en pie un CEP a la altura de estos desafíos.

Por otro lado, aquellos que hablan de “nuevas prác­ticas” ya tienen suficiente experiencia en dirigir Cen­tros de Estudiantes en la UBA y lamentablemente sólo han sabido reproducir la misma lógica burocrática de los espacios del Centro manteniendo decenas de mili­tantes rentados dedicados a sacar fotocopias y vender medialunas, mientras los techos de la universidad se nos vienen abajo. Se demostró claramente el vicio del dis­curso facilista de decir los que todos quieren oír, pero de no llevar adelante ninguna propuesta unitaria que sea de aporte a construir un nuevo movimiento estudiantil, como la que hicimos nosotros al proponer la edición de una revista del CEP (siguiendo el ejemplo del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA que impul­samos desde la conducción) donde participen todas las agrupaciones, estudiantes y docentes que estén dispues­tos a poner sus ideas en debate.

Desde las agrupaciones En Clave ROJA y Pan y Rosas, conformadas por militantes del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y estudiantes indepen­dientes, venimos aportando concretamente, desde la Secretaría de la Mujer, a la construcción de otra lógica en el CEP Esta nueva edición de Cuestionando desde el Marxismo, va en ese mismo sentido. Los y las invi­tamos a leerla, difundirla y sumarse a este colectivo de estudiantes y docentes de la Facultad que se proponen avanzar “del cuestionamiento a la universidad de cla­ses al cuestionamiento a la sociedad de clases”.

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